"En este congreso regional se respira ilusión y compromiso, ganas de trabajar, de acertar, de encontrar y corregir los errores cometidos". Las últimas cuatro palabras de esta frase constituyen la única autocrítica, la máxima, del informe de gestión de Juan Ignacio Zoido, secretario general del PP. Éste se limitó a constatar las diferencia entre el voto urbano (más) y rural (menos) y animar a los suyos a hallar con prontitud un solución al desajuste y renovar las "estructuras para que sean más cercanas a los ciudadanos".
Una buena parte de su discurso la ocupó agradecimientos a los militantes ilustres -Javier Arenas, sobre todo-, y también a los de base, por su trabajo durante estos años en territorio adverso, así como las múltiples críticas al PSOE y a las instituciones que gobierna por el atosigamiento a su partido. Repasó a las últimas convocatorias electorales para recordar que algunos militantes populares "por ir en una lista, por asistir a un mitin o a una reunión (...) sufrieron en primera persona y durante meses el acoso, los insultos, las continuas vejaciones de aquellos que se llaman a sí mismos tolerantes, progresistas y solidarios".
También reprochó a los socialistas que mientras que el PP siempre ha creído y trabajado para que los ayuntamientos tengan un papel protagonista y prioritario, el Gobierno andaluz les niega "su papel y asfixia su capacidad gestora y competencial". El PP, por el contrario, es "el partido municipalista de Andalucía", por lo que la segunda descentralización será una de las cuestiones claves de la reforma del Estatuto.
Juan Ignacio Zoido dijo que no se puede obviar que el camino hacia la presidencia de la Junta es "muy difícil", y señaló como el mejor aval de los populares el "proyecto político", que es "vigente, actual, serio y riguroso". Fijó el objetivo en que los andaluces le "den la mayoría necesaria en las próximas elecciones".
Respecto a las tareas pendientes, citó la de hacerse permeable a la sociedad, así como hacer del PP un partido cada vez más fuerte y unido, en el que "sólo sobran aquéllos que piensan que el cambio democrático en Andalucía no es posible".
No faltaron frecuentes alusiones a las elecciones generales del 14-M y dijo que mientras José María Aznar gestionó "la mayor tragedia vivida en la historia de España en atentado terrorista", el PSOE no "supo estar a la altura de las circunstancias" y pretendió desde el "dolor destruir la fiabilidad del Gobierno y su credibilidad ante los ciudadanos" a través de la "manipulación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 2004