Las actos del Gobierno de la Generalitat para celebrar el 25º aniversario del Estatut o la Diada no son más que una tapadera para esconder una mala gestión de la política social, según comentó ayer el portavoz de CiU, Felip Puig. El grupo nacionalista, que en los últimos meses había centrado sus críticas en la sumisión del tripartito al Gobierno central y en la gradual "españolización" de Cataluña, cree ahora que el Ejecutivo de Maragall ha priorizado el debate identitario por encima de las cuestiones sociales.
"Tenemos el Gobierno menos progresista y más insensible de los últimos 25 años", afirmó ayer Puig. El convergente recuperó la polémica acerca de las pensiones de viudedad y denunció que "el tripartito aún no sabe cuándo va a devolver el dinero que retiró a las viudas indebidamente".
El responsable de política social de CiU, Josep Lluís Cleries, también criticó que la Ley de Apoyo a las Familias y el programa Vivir en Familia estén, según él, paralizados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 2004