Mientras las organizaciones agrarias empiezan a cuantificar las pérdidas por la inmovilización de 12.000 explotaciones ganaderas andaluzas debido a la enfermedad de la lengua azul, el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, considera que la compensación a esta pérdida de rentas debe venir de los órganos comunitarios. "Queremos que en Europa se introduzca el debate sobre las ayudas por las pérdidas del sector ganadero, que son muy necesarias", ha señalado el consejero, tras recordar que no ha habido ayudas al sector por parte de la UE cuando este mal ha afectado a las cabañas ganaderas de algunas zonas europeas, aparte de las destinadas a las campañas de vacunación y desinsectación.
De momento, la organización agraria COAG ha sido la primera en avanzar una primera cifra de pérdidas en el sector, que ha cuantificado en 50 millones de euros. Para la COAG, "el sector ganadero ha carecido siempre de apoyo institucional en Andalucía, lo que ha hecho que sea un sector debilitado y que se agudice aún más la situación con la aparición de esta enfermedad".
Según Asaja, la enfermedad de la lengua azul mantiene inmovilizadas a 11,5 millones de cabezas de ganado ovino, 1,7 millones de cabezas de caprino y a 1,8 millones de cabezas de vacuno. Sólo Andalucía cuenta con 650.000 cabezas de ganado vacuno, 3.260.000 de ganado ovino y 1.350.000 de ganado caprino.
"El control y la erradicación posterior de este foco supone el problema ganadero de mayor magnitud de cuantos afectan a nuestro país, por ello es básico que el Ministerio tome las medidas económicas necesarias para paliar los daños y refuerce la coordinación con las organizaciones agrarias", señala Asaja en un comunicado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de noviembre de 2004