El puente de Todos los Santos y la fiesta de Halloween en Port Aventura provocaron ayer un nuevo colapso en la AP-7. A las 11 de la mañana, la autopista, la N-340 y las respectivas salidas hacia el parque temático estaban a tope. Hubo colas de 15 kilómetros de coches parados durante cuatro horas y a la una de la tarde, la Guardia Civil y los Mossos empezaron a desviarlos. Port Aventura, que está programando actividades de Halloween desde mediados de octubre, puso el cartel de cierre por lleno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de noviembre de 2004