Los ilicitanos han vuelto a reeditar la explícita carga emocional que les genera su fiesta por excelencia: la representación de drama asuncionista del Misteri d'Elx que, con carácter extraodinarinio y cada dos años, acoge durante estas fechas otoñales la Basílica de Santa María.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de noviembre de 2004