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Crónica:FÚTBOL | Novena jornada de Liga

El Betis sigue sin pulso

El conjunto de Serra Ferrer empata gracias a la candidez del Málaga

Los partidos que disputa el Málaga con los dos equipos sevillanos suelen venir acompañados del adjetivo derby. Se les presume por lo tanto unas dosis especiales de intensidad, motivación profesional y emotividad y en los que la victoria importa tanto como para orillar la calidad del juego. Pero no lo tienen. Las manifestaciones deportivas no han cogido el rebufo de la competición social entre las dos ciudades andaluzas y el partido de ayer fue uno de tantos.

Llorenç Serra Ferrer buscó estimular a los suyos con la posibilidad de sumar dos victorias consecutivas por primera vez en esta Liga. Tal y como jugó el Betis tras la arenga, parece claro que al técnico mallorquín lo que le urge es encontrar una fórmula de juego que funcione.

BETIS 1 - MÁLAGA 1

Betis: Doblas; Varela, Juanito, Rivas, Tais; Cañas (Assunçao, m. 56), Benjamín (Ismael, m. 82); Joaquín, Fernando (Pablo Niño, m. 56), Edú; Oliveira.

Málaga: Calatayud; Gerardo, Litos, Juanito, Valcarce; Manu, Romero, Miguel Ángel (Leko, m. 46), Duda (Juan Rodríguez, m. 73); Amoroso (Paco Esteban, m. 76), Wanchope.

Goles: 1-0. M. 5. Oliveira remacha tras un tiro al palo de Edú.

1-1. M. 43. Gerardo, de falta directa.kjklj.

Árbitro: Moreno Delgado. Amonestó a Cañas, Duda, Pablo Niño, Gerardo,Juan Rodríguez y Wanchope. Expulsó a Romero (m. 79), por dos tarjetas amarillas y a Oliveira (m. 90) con roja directa.

35.000 espectadores en el Ruiz de Lopera.

Los verdiblancos salieron en tromba, tal y como acostumbran. En el minuto 5, Oliveira empujó a la red el rechace del palo a un buen tiro de Edú sobre la salida de Calatayud. La intención de estos dos brasileños se ha convertido en la principal baza bética, aunque dependa de sus características personales e intransferibles, no del plan de ejecución del juego que, también como acostumbra, se limitó a recular tras marcar un tanto.

Los dos pivotes se incrustan en la defensa hasta el punto que se podría hablar de una zaga de seis componentes. Se rompen los transiciones escalonadas y el sino del equipo queda en manos del duo de brasileños... y de lo que Dios quiera.

El Málaga siguió en su línea de honestidad profesional que pasa por conceptos de juego y posición de sus actores de lo más ortodoxo. Tras el gol de Oliveira, el Málaga se hizo con el control de la pelota por omisión de los verdiblancos. Poco a poco su presión sin oposición le fue llevando a las situaciones que deseaban. Gerardo empató de falta directa en el minuto 43 y Duda estuvo a punto de marcar con la misma suerte (estrelló el balón en el palo) minutos después. Ni siquiera necesitó el Málaga que Wanchope o Amoroso hicieran algo digno de registro.

El Málaga se esperaba estar donde está o incluso más abajo. Pero la directiva del Betis, como acostumbra, vendió un viaje hacia la élite que por el momento no se materializa. Derroche en las palabras y pobreza en el juego. Y el Málaga que dejó escapar dos puntos inocentemente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de noviembre de 2004