El Gobierno del presidente Hugo Chávez consolidó su poder político en las elecciones regionales y locales del pasado domingo en Venezuela al conquistar al menos 19 de las 22 gobernaciones de Estado que se disputaban, así como la alcaldía de Caracas. Sin embargo, márgenes de ventaja bastante estrechos en tres Estados han ocasionado controversias y algunos conatos de violencia en Valencia, capital del Estado de Carabobo.
En esta provincia se produjo un final de fotografía entre el gobernador aspirante a la reelección, Henrique Salas Feo, del partido derechista Proyecto Venezuela, y el candidato oficialista, el general retirado de la Guardia Nacional Luis Acosta Carles. El primer boletín del Consejo Nacional Electoral dio ganador a Acosta Carles, pero el partido de Salas Feo ha recurrido ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Mientras tanto, en Valencia, se producían protestas de partidarios del gobernador, que derivaron en desórdenes.
Esta situación, sin embargo, no ha tenido eco a escala nacional. En líneas generales, la jornada electoral ha sido entendida por dirigentes políticos y analistas como una nueva victoria de Chávez sobre una oposición que no logró presentar un mensaje coherente.
También se niega a aceptar la derrota que se le atribuye en resultados preliminares Enrique Mendoza, gobernador del central Estado de Miranda y líder de la Coordinadora Democrática. Su derrota, si se confirma, sería un golpe para la oposición, pues se trata de uno de los dirigentes mejor situados para hacer frente a Chávez en unas eventuales elecciones.
El rival de Mendoza, Diosdado Cabello, es uno de los hombres de mayor confianza de Chávez, en cuyo Gobierno ha ocupado los cargos de vicepresidente ejecutivo, ministro del Interior y Justicia y ministro de Infraestructura.
Una diferencia de pocos votos se produjo también en Yaracuy, donde el socialcristiano opositor Eduardo Lapi tenía ayer bastantes papeletas para ser desplazado del poder regional por el chavista Carlos Giménez. El pequeño margen entre los candidatos generó situaciones tensas también en San Felipe, la capital de esta provincia.
El Gobierno de Chávez perdió una de las gobernaciones que ostentaba desde 2000, la del Estado de Nueva Esparta, del que forma parte la turística isla Margarita. Allí, el gobernador oficialista Alexis Navarro fue derrotado por el socialdemócrata Morel Rodríguez. La victoria más importante de la oposición se registró en el occidental Zulia, el mayor Estado petrolero del país, donde fue reelegido el gobernador Manuel Rosales. Los partidos oficiales se resistían reconocer aún la derrota, pero ésta parecía clara ayer. Entre las gobernaciones que estaban en manos opositoras y pasaron a control chavista están las de los Estados petroleros orientales Anzoátegui y Monagas, donde triunfaron Tarek William Saab y Gerardo Briceño.
Otra victoria clave del chavismo fue la lograda por Juan Barreto en la alcaldía mayor de Caracas, que durante tres años había sido un bastión opositor con Alfredo Peña al frente.La oposición consiguió retener las alcaldías de los municipios Chacao, Baruta y El Hatillo, que concentran las barriadas de clase media de Caracas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de noviembre de 2004