Suele decirse que Cervantes hizo viajar a don Quijote a Barcelona en la segunda parte de su libro para burlar la intromisión del apócrifo de Avellaneda, que lo llevó a Zaragoza, tal y como se anunciaba en la primera parte. No obstante, José María Micó recuerda en su prólogo a este libro -que recoge los decisivos capítulos barceloneses del Quijote- que ya Ariosto habló de la Ciudad Condal como escenario ideal para un combate entre caballeros. Y así pasó. R. B.
DON QUIJOTE EN BARCELONA
Miguel de Cervantes
Edición de José María Micó
Península. Barcelona, 2004
108 páginas. 13 euros
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2004