Si usted tiene que acudir con sus mayores al servicio de urgencias del hospital La Paz, les ingresan en urgencias y se encuentra que al día o dos días siguientes les informan de que no disponen de camas en el mencionado hospital (cosa que en infinidad de casos no es cierta) y que tienen que derivar a su familiar al hospital de la Cruz Roja de San José y Santa Adela, no se preocupe en absoluto y alégrese, porque le aseguro que van a cambiar arrogancia, lentitud, despreocupación, inhumanidad, desidia, frialdad, descoordinación, etcétera, por simpatía, respeto, preocupación, humanidad, cariño, amabilidad, coordinación, empatía con el enfermo, en una palabra: profesionalidad de médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y demás personal de este hospital.
Desde estas líneas, quiero agradecer de corazón la atención dispensada a mi padre por esta pléyade de profesionales que supieron con su excelente trabajo hacerle sentir persona y mantener viva su dignidad hasta el último momento de su vida. Personas como ellos dignifican su profesión día a día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2004