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CARTAS AL DIRECTOR

Religión y política

No salgo de mi asombro cuando leo en los periódicos regionales que el Consistorio de Mérida "nombrará a Santa Eulalia alcaldesa perpetua". Vaya por delante mi respeto a todas aquellas personas devotas de dicha santa, que tienen todo el derecho a celebrar los homenajes que estimen oportunos.

Lo que no acabo de entender es cómo una institución pública,un Ayuntamiento, de elección popular, que debería representar a todos los ciudadanos, a los católicos, a los musulmanes, a creyentes y no creyentes, se posiciona de forma tan clara con respecto a una creencia, y eso, a pesar de que la Constitución española define al Estado como "aconfesional". En una sociedad cada vez más multicultural y plural, debería quedar perfectamente separado el papel de las instituciones, el ámbito público, con respecto a las diferentes creencias religiosas, que competen al ámbito privado de la ciudadanía. Al César lo que es del César....

Por cierto, en el mismo día leo: "Nuevas excavaciones sitúan en Mérida la mezquita más antigua de Extremadura. Este templo islámico, datado hacia el año 835, fue además el primero en ser reconvertido en iglesia cristiana durante la Reconquista".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2004