La familia de Jokin, el adolescente que se quitó la vida en Hondarribia (Guipúzcoa) por el acoso al que le sometían algunos compañeros de instituto, se ha personado como acusación particular en la causa que instruye el Juzgado de Menores de San Sebastián. En el sumario figuran como imputados ocho alumnos que han sido expulsados temporalmente del instituto Talaia. El próximo miércoles están citados a declarar.
La madre de Jokin declaró ayer que no supo que su hijo era víctima de agresiones hasta que se lo comunicaron los responsables del colegio cuatro días antes del suicidio. Según explicaron a Efe fuentes del caso, en su declaración, de más de una hora y media, la madre de Jokin, que acudió al juzgado acompañada por su esposo, relató las conversaciones que mantuvo el viernes 17 con responsables del centro escolar, en las que éstos le comunicaron que el chico no había acudido a clase en varias ocasiones y que sospechaban que las ausencias del adolescente se debían a las agresiones que supuestamente sufría por parte de algunos de sus compañeros. Las fuentes precisaron que esta información causó gran sorpresa a los padres de Jokin, quienes hasta ese momento desconocían por completo que su hijo pudiera ser víctima de estos malos tratos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2004