Durante la dictadura, vecinos y vecinas de los barrios de Sants, Hostafrancs y la Bordeta de la ciudad de Barcelona conservaron la documentación histórica que pudieron en un archivo histórico alojado en la sede de la Unió Excursionista de Catalunya de Sants. Con la llegada de los ayuntamientos democráticos estos vecinos acordaron ceder este legado documental y patrimonial a la ciudad de Barcelona para que lo custodiase y promocionara la difusión y la investigación histórica. Muchos más vecinos, de los barrios de la Marina y del Poble Sec, confiaron los documentos y bienes que les parecieron más representativos de un tiempo y de unos barrios al archivo municipal, con la confianza de que se conservarían y serían un bien público. Durante estos años el archivo municipal de distrito ha trabajado en la divulgación y ha atendido a los estudiosos y al los vecinos interesados.
Últimamente, estos vecinos y vecinas que durante años le han confiado legados familiares y documentos escogidos con paciencia, ven peligrar la conservación del patrimonio que el archivo custodia y del que el Ayuntamiento es responsable. Unas instalaciones inadecuadas y la falta de voluntad política lo han puesto en peligro y ya hay quien pide su devolución antes de verlo desperdigado o deteriorado. Los papeles de los vecinos del distrito de Sants-Montjuïc de Barcelona son tan importantes como los de Salamanca, pero no lo parece.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de noviembre de 2004