La historia real de un profesor que la emprendió a balazos contra sus alumnos en Bélgica inspiró El maestro, una obra teatral escrita por el dramaturgo belga Jean-Pierre Dopagne (1952). La imaginación del autor conmutó la pena del profesor por un trabajo social: el reo itinera de escuela en escuela contando su experiencia, en un relato en el que se entrelazan el amor hacia un oficio claramente vocacional con las dificultades para desempeñarlo. La obra, escrita en forma de monólogo, llega ahora a la cartelera barcelonesa de la mano de Geografías Teatro. Se representa en el teatro Artenbrut hasta el 5 de diciembre.
Abel Vitón es el protagonista del montaje, dirigido por Joaquín Candeias, que se estrenó el pasado año en Guadalajara y se interpreta tanto en escenarios teatrales como en centros educativos. El relato, cínico, duro, pero también tierno, muestra el progresivo desencanto del maestro. "Es un profesor vocacional, y cuenta cómo a lo largo del ejercicio de la profesión, aquellos nobles deseos de contribuir a la formación de seres humanos se van anulando por culpa de muchas cosas", señala el intérprete.
Según Vitón, el espectáculo cobra unas resonancias muy especiales cuando el público está compuesto por personas relacionadas con el mundo de la enseñanza. Pero señala que las ramificaciones de la enseñanza son muy amplias, "y el teatro debe lanzar ideas que sirvan para reflexionar sobre la actualidad", apunta. Un pupitre y una pizarra son toda la escenografía de la obra, a la que según el protagonista le sientan bien los teatros pequeños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de noviembre de 2004