La finalización de las elecciones presidenciales en EE UU se ha resuelto, posiblemente, de la mejor forma posible para el mercado de renta variable: sin atentados, sin problemas de recuento y con la reelección de Bush disminuye la prima de riesgo para descontar unas mayores expectativas de crecimiento. Los índices bursátiles lo han celebrado imponiéndose, por segunda semana consecutiva, a sus homólogos europeos: recortan distancias situándose, tanto el S&P 500 como el Nasdaq, en terreno positivo desde inicios del ejercicio y, si se mantiene la fuerza del rebote, pronto batirán a las referencias europeas (añadiéndose a la evidencia de que las elecciones van asociadas a ganancias en renta variable). Los resultados empresariales siguen superando las previsiones y ahora, a diferencia de la anterior campaña, el entorno macro pone las condiciones para que sean capitalizados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de noviembre de 2004