El espacio es tan grande, 12.000 metros cuadrados, que visto desde arriba cuesta ubicar dónde estaban las calles que ya no existen. Tras la demolición de la última casa, la Illa Robadors, junto a la Rambla del Raval, comienza a tomar forma. Ayer, el Ayuntamiento de Barcelona, Foment de Ciutat Vella y la empresa Barceló Corporació firmaron el contrato de compraventa que permitirá iniciar las obras del futuro hotel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de noviembre de 2004