El ministro de Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, obtuvo garantías de que Siria cooperará para que las distintas facciones palestinas no se enfrenten entre sí, salvo en el campo político, durante la difícil transición que se abrirá en Palestina con la muerte de Yasir Arafat. Moratinos hizo un viaje relámpago a Damasco el sábado, tras la clausura del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, y se entrevistó en la capital siria con el presidente, Bachar el Asad, y el ministro de Exteriores, Faruk al Shara.
Según fuentes próximas al canciller español, las dos autoridades citadas coincidieron plenamente en la necesidad de una transición pacífica, y declararon su intención de movilizar con ese objetivo toda su capacidad de influencia sobre el mundo palestino. Distintos grupos radicales palestinos mantienen sedes abiertas en Damasco, y en particular Hezbolá, lo que ha ocasionado numerosos problemas a Asad con Estados Unidos.
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El presidente sirio y el ministro español, añaden fuentes diplomáticas en Madrid, estuvieron también de acuerdo en que es esencial, para una transición ordenada, que se abra la perspectiva de elecciones en cuanto se produzca la defunción del líder palestino. El Consejo Europeo apoyó la semana pasada esta misma posición, con la convicción de que sólo las urnas pueden volver a otorgar la legitimidad que Europa ha reconocido siempre a Arafat, pese a las críticas de Israel y EE UU.
Moratinos constató además en Damasco una identidad de puntos de vista sobre la importancia de que, en esa perspectiva de elecciones, los grupos palestinos tengan cuanto antes, en un plazo de pocas semanas como máximo, una oferta política seria que vertebre su participación en la transición. En otro caso, el proceso podría descontrolarse, con grandes posibilidades de que se materialice la peor hipótesis de enfrentamientos generalizados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de noviembre de 2004