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Dos de los rehenes secuestrados en Afganistán llaman por teléfono a sus familias

El grupo talibán que retiene a tres empleados de Naciones Unidas amenazó ayer con matarles si el Gobierno afgano no cumple su demanda de liberar a 26 talibanes. El Gobierno, sin embargo, expresó su optimismo en que los tres secuestrados en Kabul hace 12 días sean liberados pronto y sin daños. Las autoridades de Kabul basan su optimismo en que el lunes dos de los secuestrados obtuvieron permiso de sus captores para llamar por teléfono a sus familiares. La británico-irlandesa Annetta Flanigan y la albano-kosovar Shqipe Hebibi "pudieron contactar con sus familiares", dijo el portavoz de la Presidencia, Jawed Ludin. "Si Dios quiere, el asunto se resolverá. Se están haciendo progresos", añadió, sin dar más detalles.

"El secuestro ha encolerizado a los afganos", dijo el presidente Hamid Karzai dejando entrever que no aceptará las exigencias del Ejército de los Musulmanes, el grupo que los secuestró.

Dentro del Ejército de los Musulmanes parece haber divisiones de opinión. Uno de sus portavoces indicó que, si no son puestos en libertad los 26 talibanes al expirar el ultimátum (ayer a las 19.30, hora peninsular española), será decapitado Hebibi, y el vídeo de su muerte, colocado en la Red. Otro portavoz, sin embargo, indicó que se mataría a los tres.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de noviembre de 2004