El robo es la modalidad delictiva en la que participan criminales de todas las nacionalidades, según el Plan Estratégico de Seguridad de la Delegación del Gobierno en Madrid. Si los aluniceros y los robos en maquinaria de obras es patrimonio exclusivo de los españoles, el resto de vertientes está abierto a todos los mercados.
Destacan, según el informe, los grupos integrados por suramericanos que se dedican a robar en pisos y chalés y los atracos a establecimientos ocupados como comercios (en especial, joyerías y locutorios). Los grupos de procedencia yugoslava y albano-kosovar son especialistas en butrones y en reventar cajas fuertes. Los búlgaros y polacos se dedican al robo de vehículos de lujo, que luego venden en los países del Este y en el norte de África.
Las bandas de rumanos optan por asaltar empresas, locales comerciales y colegios en zonas rurales. También se aprovechan de que en algunos comercios también está la vivienda del dueño. Mientras uno distrae al empleado, otros acceden al piso y lo desvalijan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de noviembre de 2004