La Diputación de Vizcaya ha pedido la paralización del proyecto del parque eólico de Ordunte, promovido por el Gobierno vasco y la eléctrica Iberdrola, hasta que se realicen cinco estudios sobre la afección a las aves, el paisaje o el suelo del área donde se pretende ubicar. Esta infraestructura ya ha sido cuestionada por casi cuarenta grupos ecologistas, sociales y sindicales, el Ayuntamiento de Valle de Mena (Burgos) y los ejecutivos de Cantabria y Castilla y León.
La Diputación vizcaína, que ha presentado alegaciones al proyecto del quinto parque eólico en Euskadi, rechaza la concesión de los informes favorables de utilidad pública y de impacto ambiental al considerar que alteraría las conducciones de agua en la zona, afectaría a una veintena de especies vegetales raras o en riesgo de desaparición y vulneraría dos directivas europeas. Además, considera que la instalación "puede presentar fuertes contradicciones" con la conservación de fauna autóctona.
"Hay bastantes razones para posponer" la aprobación de los dos informes requeridos, concluye la institución foral, que propone la elaboración de los cinco estudios en colaboración con cátedras cualificadas de la Universidad del País Vasco. Este parque prevé instalar 57 molinos de viento en el límite entre Vizcaya y Burgos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de noviembre de 2004