Mahmud Abbas, el nuevo presidente de la OLP y hombre fuerte de la dirección palestina, trata de conseguir el apoyo de los grupos políticos de Gaza para impulsar su plan de transición pacífica en el que se contempla la celebración, el próximo 9 de enero, de unas elecciones presidenciales en las que se escogerá el sustituto de Arafat.
Ayer, por segundo día consecutivo, Abbas se reunió con cada uno de los dirigentes de las formaciones de Gaza, aunque esta vez por separado, a los que formuló de nuevo dos peticiones; la primera, una declaración de alto el fuego, y en segundo lugar su participación en los comicios presidenciales.
La primera petición sólo ha sido aceptada por ahora parcialmente por Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, al asegurar que estaban dispuestos a declarar una tregua de 60 días en sus ataques en territorio israelí, aunque continuarían en sus operaciones en los territorios ocupados.El resto de las formaciones se han negado a firmar este compromiso.
La segunda petición ha sido rechazada por todas las formaciones, que reclaman la formación previa de un Gobierno de unidad nacional para celebrar después elecciones presidenciales, legislativas y locales que permitan abordar las reformas que Arafat se negó a hacer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de noviembre de 2004