En Andalucía, la llegada de los fríos invernales y los calores veraniegos no la marcan las estaciones, sino el dios de la oscuridad y el calor: Endesa.
Así, el primer día de fuertes calores después de primavera, este dios cruel y poderoso castiga siempre a una o varias barriadas de Andalucía a sufrir durante horas apagones y calores inhumanos. Y así sabemos en Andalucía que el verano está llegando.
De la misma manera, el primer día de frío invernal después del verano, el dios Endesa castiga a esas barriadas a sufrir nuevos apagones durante horas.
El pasado 15 de noviembre, Endesa lanzó sus iras sobre la provincia de Granada por haberse atrevido sus habitantes a combatir temperaturas cercanas a cero grados con la energía eléctrica de la que se nutre el dios. El resultado: media capital y un buen número de poblaciones cercanas quedaron a oscuras durante casi dos horas.
Ante esta situación, la solución pasa por denunciar lo sucedido ante Endesa y no aceptar la oscuridad como un castigo inevitable de unos dioses que no tienen por qué rendir cuentas a los ciudadanos. Espero que todos los afectados denunciemos esa situación y exijamos daños y perjuicios, empezando por nuestros representantes en los ayuntamientos.
Porque el precio que este dios exige cada estación es ya demasiado elevado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de noviembre de 2004