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La unidad de valenciano y catalán en Bruselas desconcierta al Consell

"Los valencianos han ganado la partida porque en Bruselas hay una Constitución en valenciano". Esta declaración del portavoz del Consell, Esteban González Pons, no impidió ayer al Ejecutivo y al PP valencianos arremeter con dureza contra Javier Solana y el Gobierno socialista, a los que acusaron de actuar partidistamente y de engañar a las comunidades autónomas. González Pons acusó al Gobierno central de "mentiroso, tramposo" y estar integrado por "trileros", después de que el secretario general del Consejo de la Unión Europea, Javier Solana enviara por la mañana a la presidencia holandesa las cuatro copias de la Constitución Europea que recientemente le entregó José Luis Rodríguez Zapatero.

En su escrito, Solana especifica que se incluye una "traducción a la lengua denominada 'valenciano' en la comunidad autónoma de Valencia y 'catalán' en la comunidad autónoma de Cataluña" y añade que el certificado que acompaña las traducciones indica que el texto del volumen remitido por la Generalitat Valenciana es "idéntico" al remitido desde Cataluña.

La movilización del Consell y del PP valencianos en defensa de sus posiciones fue exhaustiva. Consejeros, presidentes de Diputación, de las Cortes, y hasta el presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía, se pronunciaron en torno al asunto. Todos en la misma dirección: "Nadie tiene que decirnos cómo se ha de llamar a nuestro lenguaje", como dijo este último.

En cambio, el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, reaccionó satisfecho tras conocer el anuncio del órgano comunitario. "Ha ganado el valenciano y ha sido gracias a la acción de un Gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero, que nuestra lengua está reconocida no sólo en España sino también en Europa", declaró. Mientras,

Esquerra Unida expresó su satisfacción porque se haya impuesto el sentido común en la UE y acusó al PP de manipular la Acadèmia Valenciana de la Llengua, cuya presidenta, Ascensión Figueres, negó haber recibido presión política para frenar la ponencia sobre la denominación de la lengua que elabora la institución, como han denunciado varios académicos. Figueres reconoció: "No voy a decir que no he hablado" estos últimos días con el consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de noviembre de 2004