Dos alumnos discapacitados de Chiva siguen sin educadora a pesar de las reiteradas peticiones de padres y profesores del instituto de secundaria al que acude Loli Núñez, de 16 años, que tiene que desplazarse en silla de ruedas, y del colegio La Murta, donde acude el niño de cinco años R.C.N. que padece el "síndrome X frágil", una enfermedad genética que provoca un retraso general en el desarrollo. Tras la denuncia de la situación, la Consejería de Educación, a finales de septiembre, dio una solución parcial a cada caso mientras creaba una plaza de educadora que sigue sin cubrirse. R.C.N., que necesita a alguien constantemente junto a él, debía compartir una educadora con otro discapacitado de Macastre, con lo que sólo tenía cubiertas 10 de las 25 horas que permanece en el centro y eran los profesores quienes debían compaginar su horario. Pero la situación se ha agravado desde el 20 de octubre ya que esa educadora está de baja.
Loli Núñez comparte una educadora con otros dos colegios de Chiva, con lo que solamente cubre 9 de las 32 horas semanales que permanece en el instituto y son los profesores y alumnos quienes la acompañan y ayudan. Educación asegura que "en breve" ambos tendrán su educadora compartida, pero los padres de R.C.N. recuerdan que ya llevan así dos meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de noviembre de 2004