Villa de Vallecas es un distrito que, según su concejal, Ángel Garrido (PP), goza de "muy buenas relaciones" con los inmigrantes. "Es típico de los vallecanos acoger a la gente, sobre todo en el centro histórico, donde todos se conocen, y eso ayuda a la integración", dice, a pesar de problemas como la alta tasa de paro y el foco de marginalidad de la Cañada Real.
Pregunta. ¿Cómo describiría la situación en la Cañada?
Respuesta. Es un lugar de infraviviendas, muy desestructurado y problemático. Allí viven muchos inmigrantes. Contamos con un grupo especial de atención social, El Fanal, que se ocupa especialmente de los marroquíes. La Cañada es un problema muy complicado que alcanza a varios municipios y que supera las posibilidades de una Junta de distrito.
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P. Tienen la segunda tasa de paro más alta de Madrid y el precio de la vivienda es el que más ha subido. ¿Influye en la integración de los inmigrantes?
R. La mayoría no trabaja aquí, lo hace en empleos no cualificados fuera del distrito. Pero, a pesar de la subida del precio del suelo, es más fácil comprar una vivienda aquí. Por eso vienen cada vez más.
P. Cuando los nuevos barrios sean una realidad, ¿serán accesibles a los inmigrantes?
R. Son viviendas más caras que en el casco histórico, por ejemplo. Pero a medida que se van regularizando, van prosperando y pueden acceder a estas viviendas. Por eso, el mayor obstáculo para la integración es la falta de papeles, y hay que solucionarlo cuanto antes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de noviembre de 2004