Ahora que tanto se habla de construir nuevos rascacielos y de lanzar a Valencia hacia el futuro, yo me conformaría con que se limpiaran de basura los solares de El Carmen, un barrio que está hecho polvo, como otros del centro histórico de la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de noviembre de 2004