Las fuentes públicas de Alcoi han vuelto a dejar de manar agua. El último brote de legionela, que comenzó a mediados de octubre y que las autoridades sanitarias aún no han dado por clausurado, ha motivado esta "medida preventiva" que ayer anunció la concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Alcoi, Arancha Revert. Este brote ha contagiado a seis personas de avanzada edad una de las cuales falleció a principios de noviembre. Estos días los alcoyanos han visto como han sido precintados los primeros surtidores a los que irán sumándose de manera paulatina otras fuentes públicas y ornamentales. Las instalaciones permanecerán cerradas hasta la próxima primavera en respuesta a las recomendaciones de la Consejería de Sanidad que establece las estaciones de otoño e invierno como las etapas más propensas para la dispersión de la bacteria en las denominadas zonas de Actuación Especial (ZAE).
La limpieza y clausura de las fuentes públicas y la hipercloración del agua son las únicas medidas que ha puesto en marcha el Ayuntamiento para intentar garantizar el control de la legionela. La concejal señaló que estas medidas son las más efectivas para el control de la bacteria en contraposición a la propuesta del concejal del Bloc, Francesc Blay. Éste planteó el tratamiento de la red pública con ozono para evitar la corrosión de las instalaciones y posibles afecciones a los vecinos que beben agua del grifo. En opinión del edil nacionalista los niveles de cloro en la red superan lo recomendable por la Organización Mundial de la Salud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de noviembre de 2004