El presidente francés, Jacques Chirac, concluyó ayer una visita oficial a Libia, la primera de un jefe de Estado galo en más de 50 años, para abrir un "nuevo capítulo" en las relaciones entre París y Trípoli, tras superar las diferencias surgidas con el atentado que los servicios secretos libios perpetraron contra un avión francés en 1989 y que costó la vida a 170 personas.
Chirac resaltó al término de la visita su intención de establecer "una verdadera asociación" política y económica con Trípoli. "Se dan todas las condiciones para abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Libia y Francia", indicó el presidente francés. Irak, África y la cooperación económica entre los dos países fueron los temas principales del encuentro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de noviembre de 2004