El escritor Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951), quien esta misma semana ha presentado el librodisco Henry Bengoa inventarium y ayer el libro infantil Zuk-Zuk jaunaren alfabeto berria, se subirá el domingo al escenario del Teatro Arriaga como protagonista del recital literario Aitormena, que se complementa con canciones interpretadas por Gari, ex Hertzainak.
Pregunta. ¿Qué tienen en común Henry Bengoa inventarium y Aitormena?
Respuesta. Aitormena es el texto de un escritor que ya ha tenido mucha carretera. El concepto es el mismo, sólo que está hecho con menos formalismos, hay menos cupo literario. Es un recital literario, pero, a veces, deja de serlo; se sale de las normas de las lecturas. Todo está unido, es una narración, aunque la gente no lo perciba así directamente, ni sea evidente. Hay una regla de oro en los recitales: si quieres leer un poema, antes lee algo en prosa; y si quieres cantar una canción, antes lee un poema y lee algo de prosa. Cuando la música entra después de 20 minutos de lectura, de palabra pura, el efecto es tremendo.
P. ¿Qué busca con estos recitales?
R. Creo que ahora mismo hay dos momentos en la literatura: el que en el siglo XX ha sido tradicional, el de la lectura, pero con el cambio que se dio en la canción con Dylan y toda esta gente tiene que haber un segundo momento en el que eso vas y lo lees delante de la gente. Aquí se cruza la imagen de Gari y su forma de cantar, con mi imagen y mi forma de hablar y cuando se cruzan hay cierta chispa.
P. ¿Cómo es su relación con la música?
R. De las artes, la que más me gusta es la canción, esa música que va unida a la palabra y que dura como de tres a cuatro minutos. Siempre he sido un aficionado a la música tremendo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de noviembre de 2004