"La elegancia personal y política del presidente de México, Vicente Fox , me hacen envidiar cosas de la derecha", aseguró el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, en el transcurso de un desayuno con periodistas en Guadalajara, la capital del Estado de Jalisco. El pase por la izquierda que anteayer le dio la prensa mexicana al presidente catalán -le calificó de "izquierdista"- fue compensado ayer con esta confesión de admiración por las formas de derecha exquisita de Fox y, al tiempo, de fascinación por este país latinoamericano.
La entrevista que ambos mandatarios mantuvieron en la residencia privada de Los Pinos, en la madrugada de ayer, hora española, fue descrita como altamente positiva por Maragall, que compareció ayer flanqueado por el consejero de Comercio, Consumo y Turismo, Josep Huguet, y la titular de Cultura, Caterna Mieras.
El presidente catalán expresó su satisfacción por el trato que le ha dispensado en México "un Gobierno conservador que aborda asuntos como la hospitalidad con gran generosidad". "Eso me halaga en nombre de Cataluña", afirmó. Esa generosidad para con los republicanos tras la guerra civil sigue viva en este México que ahora gobierna una derecha de formas elegantes, a juicio del presidente de la Generalitat.
"El presidente Fox conoce muy bien la situación catalana, hasta el punto que quiso saludar personalmente, tras nuestra entrevista, a la misión empresarial", subrayó un Pasqual Maragall fascinado por este México "orgulloso y embalado que sabe lo que quiere", sentenció.
La forma como este país latinoameriano aborda sus relaciones con la vieja metrópoli es uno de lo aspectos que más interés suscita en el presidente catalán. Maragall, que se entrevistó también con los ministros de Economía y Exteriores, reiteró el papel de Cataluña como puerta de entrada de México en Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de noviembre de 2004