"Si el rock nace en Estados Unidos en el año 54, aquí llega al final de la década, con el pertinente retraso que causa la dictadura", dice Raül Serrador, coordinador del libro Historia del rock en la Comunidad Valenciana, 50 años en la colonia mediterránea. En 1956, Lolita Garrido edita La danza del besar, y cuatro años más tarde sale a la venta Pitágoras, de Bruno Lomas y Los Milos. Desde entonces y hasta la aparición de Comes with a smile, del grupo Polar, en 2004, los artistas valencianos no han dejado de producir música más o menos definible como rock.
La obra tiene casi 600 páginas y en ella han participado 28 personas. Aunque pueda parecer voluminoso, Serrador asegura que el material recogido en el libro "da para hacer una enciclopedia". Y Vicente Fabuel, crítico musical y uno de los redactores, señaló ayer, durante la presentación en la sede de la SGAE en Valencia, que en el libro "están todos los que han tenido algo que decir en el panorama del rock valenciano, aunque algunos de ellos ni siquiera grabaron un disco nunca".
Ilustrado con numerosas fotografías y con una "discografía esencial" que recoge los 100 mejores discos del rock valenciano, la obra hace un repaso cronológico desde las primeras adaptaciones de éxitos internacionales a la música actual, cantada indistintamente en valenciano, inglés o castellano. Y presta una atención destacada al final de la década de los setenta, "la década promiscua", escribe Carmen Alborch, cuando la música autóctona adquirió su propia personalidad con lo que se llamó pop rock mediterráneo o ensalada valenciana, con nombres como Julio Bustamante, Pep Laguarda o Remigi Palmero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de noviembre de 2004