El euro cerró ayer una semana alcista sin precedentes. Marcó cuatro máximos consecutivos y se sitúo por primera vez más allá de la marca de 1,33 dólares. Ayer alcanzó la cotización de 1,3329 dólares atizado por rumores de que China había decidido vender bonos fijados en dólares. El Gobierno chino desmintió el rumor y el euro retrocedió levemente. Desde que tocó un mínimo de 0,82 dólares en 2000, el euro ha subido un 60%.
El euro ha ganado en noviembre un 4,5% respecto al billete verde sin que ninguno de los principales bancos centrales del mundo haya manifestado su voluntad de poner fin al desplome del dólar. El detonante ha sido el déficit comercial de EE UU, que se sitúa en el 5% del PIB, y fuerza a la primera economía del mundo a comprar divisas extranjeras para pagar por sus importaciones.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, volvió a mostrar ayer su descontento con la deriva del dólar. Trichet aseguró que esos movimientos "no son bienvenidos", informa Efe. Se trata de una frase que ha sido repetida en varias ocasiones por Trichet. El mercado estará atento, sin embargo, ante cualquier indicio de intervención de la autoridad monetaria europea, cuando se reúna su consejo el próximo 2 de diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de noviembre de 2004