El secretario general de LAB, Rafael Díez Usabiaga, aprovechó ayer la tribuna que le ofrecía el congreso de ELA para realizar un duro diagnóstico de la crisis que ha roto la unidad de acción que ambos sindicatos mantenían desde 1995.
Si durante la inauguración del cónclave el viernes el líder de ELA, José Elorrieta, criticó la actitud de LAB en la negociación colectiva, y apuntó que está creando una "nueva mayoría" con UGT y CCOO, Usabiaga le respondió ayer con un desmentido y una acusación. "LAB no estará nunca en una unidad de acción con UGT y CCOO", remarcó contundente. Acto seguido, y refiriéndose directamente a Elorrieta, aseguró: "No hagamos fotos interesadas de situaciones que no existen".
Aunque ambos dirigentes se dieron la mano tras la intervención de Díez Usabiaga, la tensión entre las dos centrales abertzales propició que cuando subió al escenario se escucharan algunos pitos. Esa oposición no le frenó la hora de explicar lo que definió como "claroscuros" en las relaciones de su formación con ELA en materia de acción sindical.
Si en el campo sociopolítico, Usabiaga consideró la alianza el hecho de mayor trascendencia para superar el autonomismo, en materia de acción sindical ELA y LAB se encuentra, vistas sus palabras, en un lodazal. Díez Usabiaga se preguntó si serán "capaces de salir del barro" en el que están "metidos para curar las heridas abiertas". Aunque se respondió a sí mismo diciendo que ello no va a resultar fácil, dejó la puerta abierta a un acuerdo "desde la humildad".
No fue ésta su única crítica a las situación de ambos sindicatos. En su opinión "las cosas se han enturbiado mucho en los últimos meses" debido a un "pulso soterrado" en el que se cruzan los intereses de las dos centrales nacionalistas.
Llegó a decir que el enfrentamiento entre las dos organizaciones había llegado a una "situación degenerada" y optó por reflexionar, primero, desde la responsabilidad de cada uno y, acto seguido, ponerse a trabajar: "Hay que abordar la coyuntura política, el contexto económico y el pulso de clase para resituar y afianzar niveles de colaboración con un perfil estratégico y no coyunturalista". Para finalizar, se parafraseó a sí mismo en el discurso que ofreció en la clausura del anterior congreso de ELA, en 2000: "Hay que caminar para converger y hay que converger para caminar". Su discurso, finalmente, fue premiado con una larga ovación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de noviembre de 2004