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COYUNTURA AGRARIA ANDALUZA

Los excedentes de mosto arrastran al Marco de Jerez a una grave crisis

El sector no encuentra salida a más de 45.000 botas

El Marco de Jerez, una de las comarcas vitivinícolas más importantes del mundo, se encuentra sumido al día de hoy en una de sus peores crisis. El problema de los excedentes -el mosto que ha sobrado de las últimas vendimias- ha provocado una clara división entre los productores (viticultores) y comercializadores (bodegas) del jerez. Según todas las partes, se ha llegado a un punto en el que la solución se antoja cada vez más complicada para dar salida a 46.000 botas.

Al excedente mencionado se ha sumado un 6% de descenso en las ventas de vino en el último ejercicio. Estas circunstancias dan buena cuenta de la magnitud de una crisis que nace del desequilibrio entre lo que se produce y lo que se vende.

Las 10.500 hectáreas de viñedo existentes en la zona se distribuyen prácticamente a partes iguales entre bodegas, cooperativas y viñistas independientes.

Por primera vez, los dos últimos han decidido hacer frente común para defender sus intereses ante la postura adoptada por la Federación de bodegas del Marco (Fedejerez), que no está dispuesta a soportar el coste económico que puede acarrear encontrar una salida a esta crisis.

La Junta de Andalucía diseñó un Plan Estratégico para poner remedio a los males endémicos que padece el Marco, pero esta iniciativa, que tenía como meta el año 2006, se ha quedado estancada. Tanto es así que la Consejería de Agricultura ha propuesto un plan complementario para desbloquear la situación y ha pedido propuestas a las partes.

Las cooperativas y viñistas anteponen a cualquier otra medida la de dar salida a las 46.000 botas de excedentes que tienen acumuladas. Para eso, proponen descalificar ese mosto y los futuros excedentes y aprovecharlo para la elaboración de otros subproductos (alcoholes, mostos concentrados y vinos de color) que también se emplean en la producción de vino de Jerez. Eso sí, los productores piden un canon económico para compensar el dinero que pueden perder con esta alternativa.

Las bodegas, por su parte, se inclinan por arrancar 3.000 hectáreas de viñedo y ofrecer una financiación a sus propietarios durante cuatro años. El problema está en que ni las propias empresas ni, por supuesto, los viñistas quieren deshacerse de parte su patrimonio.

Las bodegas, además, aseguran que, al margen de los excedentes que acumulan los productores, existen otras 170.000 botas en sus instalaciones que, de momento no tienen salida. Este último argumento ha sido calificado como "un insulto" por parte de la Asociación de cooperativas del Marco de Jerez (Aecovi), que señala que, si esas cifras fueran reales, no se estaría elaborando vino de Jerez de acuerdo con el reglamento del consejo regulador.

La Junta de Andalucía está intentando mediar, aunque reconoce que la situación les mantiene "preocupados".

La Delegación de Agricultura apuesta, como lo hacen los productores, por que los productos complementarios que se utilizan en la elaboración de vinos de Jerez (mostos concentrados y alcoholizados, vinos de color y Pedro Ximénez) procedan de la zona y no de fuera.

La Junta también llama la atención sobre las posibilidades que ofrece la diversificación y los nuevos varietales.

Quizá la elaboración de futuros tintos en Jerez sea una de las soluciones a la importante crisis que atraviesa en estos momentos el negocio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004