Que decía, seria, Anita García Obregón que ya estaba hasta el pirri de los programas mal llamados del corazón, que se inmiscuían en su privacidad, quitándole tiempo, sueño y tranquilidad. Y añadía la muchacha que nada justificaba la existencia de dichos chismosos programas, mal llamados rosa, y el color adquirido en los último tiempos; ni tan siquiera los llamados índices de audiencia, puesto que -seguía la joven con su razonamiento- si alguien trasmitiese un suicidio en directo por una determinada televisión y a una hora determinada, la audiencia a lo peor también sería considerable. No les falta razón a los razonamientos de Anita frente a la sinrazón de los chismes como programa.
Que dicen los académicos, presididos por García de la Concha, y antes por Lázaro Carreter, que los chismes son noticias verdaderas o falsas con las que se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de algunas. Y los académicos tienen toda la razón que le faltó a quien un día -durante el mandato del PP, pero con precedentes en la misma cadena autonómica- descubrió la productividad casposa de los chismes en Canal 9 a los que dio forma y presentación el popularísimo Ximo Rovira. Aunque vamos a ver: los académicos podrán tener razón, pero los valencianos podríamos quedarnos a lo mejor sin sueño los jueves si no nos enteramos de que menganita la famosa tiene una sobrina segunda que vende preservativos en un quiosco público de Singapur, o de la dimensión, firmeza y uso variado del aparato reproductor del famoso diestro de Matalaguarra de Abajo, triunfador en tantísimos ruedos y plazas. Que aquí somos muy puros, pero hasta un vecino, valenciano y de extrema izquierda, del ex novio de una famosa flamenca, otrora muy popular y hoy metida en años, visitaba Tómbola durante los cortes publicitarios en la película que veía en otra cadena. Qué penita y qué dolor a la lima y al limón.
Que decía Canal 9, y lo repitió en varios informativos, que el Presidente autonómico de todos los valencianos -como todos los presidentes autonómicos que hemos tenido hasta la fecha con su alícuota parte de responsabilidad en la programación de programas de chismes en la televisión autonómica- ...que dijo Camps en Madrid que defender los planes hidrológicos nacionales y la denominación del valenciano era "hacer España", y se quedó más contento que el famoso conde italiano con los honorarios que le reportaron sus amores públicos y televisivos en Canal 9. Que de muy buena tinta sabemos que ha dicho una pariente cercana de la mujer del torero de Ubrique, y ha asegurado una antigua conocida del peluquero, emparentado con políticos provinciales y provincianista y ex novio de la cantante de los baúles y los recuerdos; parienta y conocida que votan la una a los socialistas y la otra a los del Bloc, que han dicho y han asegurado que la una "hace España" defendiendo desaladoras y oponiéndose a los macro proyectos hidráulicos, y que la otra "hace España y País Valenciano" blasfemando contra los políticos que permiten sembrar de cemento el término municipal de su pueblecito natal y costero. A la lima y al limón, también, con lo de "hacer" esto o aquello.
Que puestos a hacer, mejor evitamos los programas de chismes; que es despilfarrar unos 6.000 millones de pesetas, que son los que nos gastamos en la tómbola de marras. Y que se mire por donde se mire, eso no es "hacer España", sino alimentar chismes con el dinero de todos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004