Por una vez el clásico y la jornada posterior de la Liga de Campeones no dejaron secuelas y los dos grandes del campeonato despacharon sus partidos con goles, para dejar la tabla como estaba: el Barcelona mantiene los siete puntos de ventaja alcanzados la semana pasada en el Camp Nou.
Especialmente luminoso fue el marcador del Bernabéu. Ausente Zidane y reubicado Beckham en el ala derecha, el Madrid recuperó la simetría y le endosó un 5-0 al Levante, retratado por la belleza de los goles blancos. De vuelta a casa, el equipo de García Remón se reencontró con la portería adversaria porque tuvo principio (Casillas) y fin (Ronaldo) frente a un rival que se distingue por el entrejuego. Marcaron Ronaldo por dos veces, Figo, Beckham y Owen, es decir, todos cuantos venden camisetas y resuelven los encuentros.
La efectividad redimió al Madrid, espléndido en el tiro a media distancia, y también al Barcelona en su visita del sábado a Getafe. Pasaron un mal rato los azulgrana en el Coliseum Alfonso Pérez porque no saben especular ni administrar. Quique Sánchez Flores supo cómo jugarle a Frank Rijkaard cuando los azulgrana, ya muy zurrados, se desfondaron a la que tuvieron que enfrentar a cuatro delanteros. El Getafe partió al contrario por la mitad, conquistó la pelota y remató sin parar ante Valdés, figura indiscutible de su equipo. La actuación del portero resultó determinante para redimir a un plantel vulnerable en el juego aéreo y que no sabe defenderse cuando los medios y delanteros no pueden presionar en campo ajeno.
Ni azulgrana ni madridistas encontraron demasiada réplica entre sus perseguidores. El fiero Sevilla quedó noqueado en el cuadrilátero de El Sadar y el Atlético nada tuvo que decir en su visita a Montjuïc. Aun cuando Lotina tuvo que alinear a los centrales suplentes, al Espanyol le alcanzó con frotar la calva de Lo Pelat y el gatillo de Dani disparó sin piedad ante Leo Franco. Fallaron igualmente el Deportivo, que no pudo con la Real, especialista en el remonte (del 2-0 pasó al 2-2), y el Zaragoza, sorprendentemente derrotado por un Numancia revitalizado. El Betis, en cambio, sigue enganchado a los goles de Oliveira y ya suma diez partidos sin perder, circunstancia que le permite atrapar al Sevilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004