Nunca se anduvo Amina -Amina Annabi, no confundir con otras Aminas- con remilgos en cuestiones de mestizaje. Su propia biografía se lo hubiera desaconsejado. Nacida en Túnez, se crió en Francia desde los 13 y estuvo casada con el visionario productor Martin Messonier, uno de los ideólogos de la sono mondiale. Se recuerda su rotunda presencia en El cielo protector, de Bertolucci, y su éxito de 1991 en Eurovisión.
La cantante y actriz lleva en su nueva banda teclado, programaciones, tambor y laúd. Anda buscándose desde sus gustos eclécticos: la han marcado por igual Om Kalsoum y Edith Piaf que Billie Holiday y James Brown, el malouf tradicional que la canción italiana. Fue soltando un canto de curvas sinuosas en un precario equilibrio entre la variété y lo étnico.
Amina
San Juan Evangelista. Madrid, 27 de noviembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004