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OPINIÓN DEL LECTOR

Miserables matones

Lo son los que amparándose en haber ganado unas elecciones con solo un tercio de los votos del total de los ciudadanos provocan gratuitas guerras piratas que no saben cómo parar, con países más débiles en potencial militar. Bien poco les importa que se alargue el conflicto o que se enquiste, porque a ellos nunca les afectarán directamente sus trágicos efectos. Otra cosa sería, pensarían y harían, si tuvieran que mandar a sus hijas e hijos a combatir a primera fila, o fueran ellos mismos, pero claro, son muy cobardes y mezquinos para hacer eso.

Lo son los que amparándose en su carga testicular hacen por la fuerza todo lo que les viene en gana, y en muchas ocasiones si ello beneficia al país del representante elegido por una minoría en las urnas, será subvencionado y apadrinado sibilinamente por el interesado, e ignorado por buena parte de los países llamados democráticos para que campe a sus anchas y tiranice a su entorno más cercano. Pero en el momento que el tirano sin representación se salga del camino concertado, el que tiene representación hará todo lo posible para hacerlo desaparecer por desleal, no por otro motivo.

Lo son los que amparándose en la pasividad de sus padres, cuando no en su aliento, y sin el conveniente freno docente, hacen del centro escolar su lugar de sádica tortura hacia los alumnos más débiles.

Lo son los que amparándose en su fuerza física golpean y en ocasiones matan a mujeres, en la que descargan sus complejos ocultos, sus fracasos personales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004