El primado de la Iglesia anglicana y arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, pidió ayer al sector ultraconservador de esa confesión, en una carta publicada en The Sunday Times, que se deje de difamar a los homosexuales. En la carta, dirigida a los 37 líderes anglicanos de todo el mundo, Williams advierte de que los abusos verbales contra la comunidad gay son peligrosos y pueden conducir a suicidios y asesinatos.
"Cualquier afirmación que facilite a alguien atacar o abusar de una persona homosexual son palabras de las que debemos arrepentirnos", afirma el arzobispo.
La carta coincide con una profunda división en el anglicanismo sobre la ordenación de obispos gay. "En el acaloramiento de la polémica, se han dicho cosas sobre los homosexuales que a muchos de ellos, incluso a los que llevan una vida célibe, les ha hecho sentir que no hay buenas noticias para ellos en la Iglesia", dice Williams.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2004