El escritor Mario Vargas Llosa recibió ayer en Madrid el III Premio al Protagonista de la Fiesta Nacional 2004, del Club Financiero Génova-Club Internacional de Negocios, por "los méritos y relevancia de sus aportaciones al mundo del toro", que se reflejan en un artículo publicado en EL PAÍS -titulado La última corrida- el pasado 2 de mayo. Mención especial tuvieron los matadores Pepín Liria, Luis Miguel Encabo y Sebastián Castella, por "gestos de torería y entrega al matar los toros y retirarse a pie a la enfermería estando heridos de gravedad en la última Feria de San Isidro".
Vargas Llosa agradeció el galardón, una escultura de bronce de Antonio Ballester, y confesó su amor a la fiesta de los toros. Recordó la primera vez que asistió a una corrida, cuando tenía 10 años, en Cochabamba (Bolivia). "La impresión que sentí hace 58 años sigue viva. La fiesta de los toros combina como ninguna el arte, la inteligencia, el deporte, la imaginación y la fantasía. Es una fiesta de confrontación entre la vida y la muerte más que ninguna otra ceremonia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 2004