Estados Unidos no sólo sigue adelante con su expansión, sino que mejora las previsiones. El producto interior bruto creció durante el tercer trimestre un 3,9%, dos décimas más de lo anticipado y seis por encima de la tasa de crecimiento del segundo. Un comportamiento mejor de lo esperado del lado del consumo y de las exportaciones, que se benefician de la continua debilidad del dólar, favorecieron la aceleración.
Wall Street contaba con que el dato de PIB se mantuviera estable en el 3,7%. El Departamento de Comercio sorprendió al mercado con un ajuste al alza de dos décimas sobre la primera estimación -que deberá confirmarse con una tercera revisión- y vino a reforzar la idea en el parqué neoyorquino de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) subirá los tipos de interés por quinta vez consecutiva en su reunión del 14 de diciembre, para cerrar el año en el 2,25%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 2004