El Consorcio Regional de Transportes puso en marcha ayer una campaña informativa para evitar que se fume en la red del metro -tanto en los trenes como en los pasillos y escaleras-, un hábito que ya está prohibido por el reglamento del subterráneo. El Consorcio quiere incrementar la vigilancia y las sanciones, cuya cuantía oscila entre 30,05 y 516 euros. La campaña costará 90.000 euros.
Las 190 estaciones del metro tienen ya soportes publicitarios recordatorios de la prohibición de fumar, pero casi nadie los respeta. En esta fase de información, trabajadores de Metro recorren la red instando a los fumadores a apagar el cigarrillo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de diciembre de 2004