El motivo de nuestra carta no es otro que el "enfado" que sentimos al comprobar que a fecha de 27 de noviembre, y faltando menos de tres meses para la celebración del referéndum de la Constitución europea en nuestro país, nos atrevamos a decir que el 95% de la población, si no más, acudirá a las urnas sin saber cuál es el verdadero contenido de la misma.
Lo que podamos pensar cada uno de nosotros acerca de la Constitución es irrelevante. Por el contrario, lo que no lo resulta es que desde ninguna institución pública (a excepción, que nosotros sepamos, de las página web del Ministerio de Justicia y el de Exteriores) se haga mención alguna al texto de la Constitución, y que ni siquiera esté publicada en papel. Nosotros hemos comprobado que tiene una extensión de más de 300 páginas, resultando difícil leerla en su totalidad, y mucho más comprenderla, para un español medio que trabaje sus ocho horas.
Por eso, y aunque mañana comenzara una campaña publicitaria y de información en la que todos los hogares españoles recibieran una copia de la Constitución, nos preguntamos: a 20 de febrero, ¿qué parte de la población en edad de votar conocería realmente lo que está votando?
Por ello, y desde estas páginas, queremos hacer un llamamiento a todas las instituciones públicas y a todos los medios de comunicación, tanto públicos como privados, para pedir información veraz acerca de la Constitución. Es imposible ir a votar algo que no se conoce, y nos negamos (como muchos de nosotros tememos) a votar positivamente porque el tener una Constitución para toda Europa es algo "que nos beneficia a todos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de diciembre de 2004