El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, hubo de convocar ayer un pleno extraordinario para "legalizar" la medalla de oro que, quince minutos después, iba a entregar al presidente de la primera corporación provincial democrática, Joaquín Farnós. Fabra descartó incluir al otro presidente democrático, el socialista Francisco Solsona, que le precedió a él en el cargo.
El pleno de la corporación aprobó, por unanimidad, conceder la medalla de oro de la provincia al primer presidente democrático de la Diputación de Castellón. La decisión debe ser sometida a exposición pública y tras estudiar las alegaciones y contestarlas, en el caso de que las haya, el pleno ha de ratificar la concesión de la medalla. El gobierno provincial había obviado este último trámite y el presidente, Carlos Fabra, hubo de convocar a las 11.45 un pleno extraordinario para ratificar la decisión y poder entregar la medalla a mediodía.
Así, el que luego fue consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, recibió la medalla de oro, mientras que a todos sus compañeros de corporación se entregó la de plata. Al contrario que el Ayuntamiento de Castellón, que homenajeó a todos los alcaldes de la democracia, Fabra sólo reconoció a Farnós, dejando fuera al presidente de la Diputación socialista, Francisco Solsona. Cuando el grupo socialista solicitó ampliar la concesión a todos los presidentes provinciales, Fabra alegó que se reconocía el 25 aniversario del nombramiento de Farnós como presidente de la Diputación. Así, también entregó la medalla de plata a los alcaldes de Palanques, Zorita, Sant Jordi y Costur, que llevan gobernando un cuarto de siglo. En el acto, el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, y el homenajeado defendieron el papel de las diputaciones. Fabra destacó la contribución de Farnós a la provincia de Castellón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de diciembre de 2004