Clarísimo que los diseñadores del metro no viajan en él, igual que los que diseñan las marquesinas de los autobuses no montan en ellos. Lo digo porque es increíble las pocas barras que hay para sujetarse en hora punta. Si hay suerte y no va muy cargado, te puedes sujetar en algún sitio, pero como haya mucha gente, es prácticamente imposible, sobre todo en las zonas centrales entre los asientos y la zona entre puertas. ¿Sería mucho pedir que coloquen barras longitudinales, que recorran todo el vagón? ¿Y que las barras fueran de tubo redondo (fácil de agarrar) mejor que de tubo plano (difícil de coger y fácilmente resbalable de las manos)? Menos diseño fashion y más lógica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de diciembre de 2004