Frank Rijkaard se cuidó bien de que a Iniesta no le pesara demasiado la responsabilidad en su primer partido como titular en la Liga. Al técnico no le tembló el pulso y tiró del jugador número doce por excelencia para suplir el puesto de Giuly, en la banda derecha ofensiva. Una hora antes del inicio del encuentro, Rijkaard mantuvo una charla con Iniesta especificándole la labor que debía hacer. El equipo salió a calentar y con él Iniesta con el grupo de los elegidos. De vuelta al vestuario y antes de saltar al césped del Camp Nou, Rijkaard le volvió a dar ánimos al jugador. "No tenía dudas respecto a Andrés", comentó el entrenador holandés. "Pero era un puesto, una función nueva para él. No me defraudó. Iniesta siempre cumple".
Los 67.226 espectadores que se congregaron ayer en el Camp Nou acogieron con notable satisfacción la salida de inicio de Iniesta. Iniesta trabajó, cumplió y se estrenó como goleador. Futbolista que lee a la velocidad del rayo el juego, contribuyó a la victoria del equipo. Su demarcación en la banda derecha era nueva para él. Pese a que la extrañó al principio, terminó de encajar del todo en el nuevo esquema ante el Málaga. Belletti, el lateral derecho, le ayudó a hacerlo todo más fácil.
Al final se marchó del Camp Nou como siempre, con esa timidez que le caracteriza cuando no está vestido de corto. "Tenía ganas de marcar y por fin, hoy ha salido", señaló Iniesta que anoche encabezó el ramillete de canteranos junto a Messi, que también jugó algunos minutos. "Los de la cantera trabajamos para tener estas oportunidades", remachó el centrocampista. "Yo intento aprovecharlas y el resto de mis compañeros de la casa también". En total jugaron ayer siete canteranos (Valdés, Puyol, Oleguer, Xavi e Iniesta de principio y también Navarro y Messi). En el banquillo estuvieron Rubén, Damià, Verdú y Javito.
Ronaldinho, que terminó el encuentro con molestias físicas, felicitó a los canteranos al final del partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2004