Me sorprendió en su momento que el señor Ruiz-Gallardón nos subiera desproporcionadamente el impuesto sobre bienes inmuebles. Ahora, y viendo sus actuaciones al frente del Ayuntamiento de Madrid, no me sorprende nada. Su afán recaudatorio es obvio, manifiesto y tangible, y esto no es sólo una apreciación; si no, véase el ejemplo del IBI que les expongo: IBI 2003: 141,27euros. IBI 2004: 190,76 euros. La subida es de un 35%.
Lo que no me pilla de sorpresa es la desfachatez del Ayuntamiento al insistir en que sólo sube el 17% (que ya sería una subida importante, sobre todo en relación a lo que nos suben los sueldos a los que no somos políticos), lo cual no es cierto, al menos en mi caso, y creo que en el de muchos madrileños más, que tenemos la desgracia de tener como alcalde a un señor cuyo afán es recaudar, recaudar y recaudar.
Según el Ayuntamiento, sólo ha protestado el 1% de los afectado. ¿Con eso quieren decir que el que no ha protestado es porque está de acuerdo con que le suban el sueldo un 2% y los impuestos municipales un 35%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2004