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CARTAS AL DIRECTOR

Desde el otro lado

Villanueva de Perales, Madrid

Yo he intentado muchas veces entender a las personas que hablan de los inmigrantes y cómo simplifican los comentarios sobre las diferencias. Yo he sido una emigrante. Si es verdad que intenté adaptarme a la nueva cultura, muchas veces se me hizo harto difícil. Un país donde no hablan tu idioma, donde no reconocieron mis estudios y cada vez que pedía trabajo me mandaban a restaurantes a trabajar de camarera. Un país donde incluso más de una vez me han hecho sentir incomoda por no ser nacional, donde se me ha llegado a decir que no podía opinar, porque yo no "entendía" la historia del país o la idiosincrasia de la sociedad.

Me costó mucho adaptarme, pero lo hice más o menos. Muchas veces creí que me iba a volver loca y que lo mejor que podía hacer era recoger mis pocas pertenencias e irme a mi casa con el rabo entre las piernas. Pero me quedé, porque necesitaba quedarme, necesitaba el trabajo, la carrera que había empezado y que no iba a tirar por la borda, después conocí al que es hoy mi marido y tenía una razón más poderosa todavía para quedarme.

A veces me sentía muy desdichada, pero me iba a un restaurante español o cubano, salía con mis amigas españolas y latinoamericanas e incluso descubrí una sala de baile que ponían música caribeña; salsa, merengue y ese tipo de música que, sin ser española, me calentaba el corazón como si me sintiese en casa. Si alguna vez me encontraba a alguien que hablase español en un bar, restaurante, tienda o en la misma calle me paraba a hablar mi idioma y cinco minutos más tarde estábamos hablando de lo duro y difícil de la adaptación de "nuestra" cultura a la del país que nos acogía.

Yo sé lo que se siente siendo un extranjero, un inmigrante de segunda, un "aprovechado" que viene a robarnos el puesto de trabajo de camarero, por eso, no puedo apoyar a nadie ni a nada que discrimine a los que ahora, aquí vienen a hacer lo mismo que yo hice en su día. Lo único que puedo ofrecerles es mi más absoluta solidaridad. ¡Bienvenidos a España.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de diciembre de 2004