"Hemos pasado momentos muy malos, pero estamos bien". El semblante de las dos hermanas Consuelo P. R., de 29 años, y Carmen P.R., de 24, no era el de haber estado dos días y dos noches a la intemperie sometidas a la lluvia y el frío, sin abrigo ni alimentos. Aparentemente más fatigados, sus novios, Carlos P.M., de 32 años, y Esteban P. G. de 24, se subieron rápidamente y sin articular palabra a las ambulancias del Servicio de Atención Médica Urgente que se habían desplazado a las montañas de La Vall de Laguard para atenderlos. Eran las 11.30 de la mañana de ayer, 36 horas después de que se iniciara la complicada búsqueda de los cuatro excursionistas de Alicante. La difícil orografía del Barranc de l'Infern, a unos kilómetros de Pego, y la meteorología adversa convirtieron el lugar en una trampa sin salida para este grupo que inició su aventura el sábado. "En cinco minutos el caudal del agua subió más de un metro y no pudieron subir por el barranco", explicó el tío de uno de ellos.
En su rescate participaron algo más de 30 bomberos de distintas áreas operativas de Valencia y Alicante. "El tiempo lo ha complicado todo. Menos mal que no eran novatos y han colaborado. El rescate habría sido más largo", advirtió el suboficial jefe del parque de bomberos de San Vicent, al mando de la operación. "Para llegar a ellos hemos tenido que salvar con cuerdas un desnivel de 200 metros de profundidad", explicó. La lluvia y la niebla no permitieron que ayer se sumara a la operación el helicóptero de la Diputación de Alicante que los localizó un día antes. "Lo peor fue la primera noche. No sabían que los estaban buscando. Fue fundamental el apoyo psicológico de uno de ellos, que es bombero profesional", dijo la tía de uno de los rescatados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de diciembre de 2004