La soleada mañana con la que se despertó ayer la ciudad animó a muchas personas, tanto turistas como madrileños, a disfrutar de la jornada festiva con motivo del Día de la Constitución y a tomar un café tranquilamente sentados en una terraza. Así, lugares como la plaza de Santo Domingo presentaban esta imagen tan poco habitual en esta fría época del año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de diciembre de 2004