Sin fuerzas para quitarse el abrigo
MAYKA SÁNCHEZ | Madrid
Desde hace unos años, la Organización Mundial de la Salud considera el síndrome de la fatiga crónica como una entidad clínica. Los pacientes afectados, que están siempre cansados y sin aliento de vida, según sus propias palabras, se sienten incomprendidos por una sociedad que no conoce su dolencia y que a menudo les tilda de vagos y quejicas.